Canasta de frustraciones

Presumes dulzura,
para ocultar tu sufrimiento,
te vistes de ternura,
pero te ahogas en tus lamentos.

Un caminado lento
caracteriza tus movimientos,
una mirada angelical,
oculta secretos violentos.

Te tapas tu cuerpo,
para ocultar viejas heridas,
te alejas de casa,
en busca de una nueva vida.

En la derecha de tu canasta
guardas tus recuerdos,
una niñez frustrada
a causa de abuso paterno.

En la izquierda un historial de rechazo,
que le propinó a tu corazón un espinazo,
una madre irresponsable y levente,
nunca estuvo en tu vida presente.

Amistades egoístas y engreídas,
un noviazgo de engaños y mentiras,
sufrimiento a lo largo de tu vida,
ni un momento catalogado de alegría.

Caminas de manos con la soledad,
por la senda de un camino equivocado,
dependiendo de pastillas de felicidad,
y un cigarro por dentro "cargado".

Enseñanzas de boca de un extraño,
un antiguo lobo hermitaño,
agorafóbico por propia decisión y placer,
una vida que sólo gira sobre él.

Qué buscas por aquí caperucita?
Mi casa no es templo de heridas,
Si quieres te ayudo chiquita,
a acabar de una vez con tu vida.

He intentado quitarmela tantas veces,
Pero nada funciona parece,
un castigo que estará siempre a mi lado,
una deuda que nunca ha saldado.